DOCUMENTO FINAL ASAMBLEA ESPECIAL PARA LA REGIÓN PANAMAZÓNICA, AMAZONÍA: NUEVOS CAMINOS PARA LA IGLESIA Y PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL.

EMPRESA Y EVANGELIZACIÓN, ¡Unidos en un mismo ardor!

El Centro Fuego Nuevo, participó del Sexto Foro: “Hambre, pobreza e inequidad, un problema o un camino de acciones concretas”, el cual se realizó el miércoles, 16 de octubre de 2019, en el Teatro Bellas Artes de Cafam, en el marco del Día Mundial de la Alimentación. Asistieron más de 300 personas del sector empresarial y solidario.

 

El Foro fue organizado por el Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Bogotá quien, a través de su Director Ejecutivo, el Padre Daniel Saldarriaga Molina, hizo la invitación “a seguir ayudando a las personas frágiles, débiles que hoy por pobreza, por hambre o inequidad pueden ser socorridos por nosotros mismos”.

Desde las líneas y criterios de la Nueva Evangelización, El Centro Fuego Nuevo mediante los nuevos lenguajes de evangelización dirigió la oración que serviría de introducción al Foro a partir de la conciencia de una acción encarnada que debe ser luz para la humanidad y que se debe expresar desde respuestas concretas y decididas para responder efectivamente a las realidades que sufre la humanidad. Una oración que expresa la realidad de una Iglesia que es consciente que el testimonio concreto de acciones de transformación es la forma más oportuna para atender los retos y desafíos que el mundo contemporáneo presenta.

La orientación y la reflexión del Foro contó con la presentación de Juan Eduardo Jaramillo; con los panelistas fueron: Eduardo Villar Borrero, Presidente de la Fundación Grupo Social; Fabián Restrepo Zambrano, Presidente Productos Alimenticios Doria; Fernando Rodríguez, Socio y Desarrollo de Alianzas Mgr CISCO; Alejandro Moreno Salamanca, Director de INALDE Escuela de Dirección y Negocios, como moderador.

Todos ellos ratificaron, desde sus reflexiones y perspectivas, una Iglesia en salida que está actuando en el mundo presente y que se expresa desde una conversión pastoral en la que está modificando sus propias estructuras de relacionarse con las urgentes realidades.  Una Iglesia con “olor a oveja” que va a la realidad del hombre, que no es asistencialista y que construye el tejido social a partir de invertir en una verdadera dignidad de los hijos de Dios desde la cultura del encuentro y el potenciar las capacidades humanas para la producción, la resiliencia, la disciplina del ahorro, la sensibilidad humana, la utilización de las grandes habilidades para servir, el servicio como misión de la propia vida, la seguridad alimentaria y la variabilidad climática.

El Centro Fuego Nuevo citado por el Banco de Alimentos en el artículo: “Así se vivió el Sexto Foro de Responsabilidad Social del Banco de Alimentos” https://www.bancodealimentos.org.co/asi-se-vivio-el-sexto-foro-de-responsabilidad-social-del-banco-de-alimentos/

 

Autor:  Juan de Jesús Bedoya Betancur

Profesional Investigador del Centro Fuego Nuevo

23 de octubre de 2019

Quinto encuentro Arquidiocesano de Movimientos, Asociaciones y Comunidades Laicales

Ahora el Boletín Digital “EVANGELIZACION Y CATEQUESIS” cuenta con registro ISSN

El pasado 13 de agosto la Biblioteca Nacional de Colombia otorgó el registro ISSN al boletín digital “Evangelización y Catequesis” del Centro Fuego Nuevo de la Facultad de Estudios Bíblicos, Pastorales y de Espiritualidad. Al respecto, el P. Gonzalo Eduardo Gómez Yepes, cjm, Director del Centro Fuego Nuevo, expresó su alegría al recibir esta distinción porque confirma la calidad en los procesos que se adelantan al interior del Centro, los cuales hacen un valioso aporte, desde los nuevos lenguajes y simbologías, para la respuesta que da la Iglesia a los retos y desafíos que le plantea la sociedad de hoy. #EvangelizaciónconCalidad

Centro Fuego Nuevo ahora es parte de la nueva Facultad de UNIMINUTO

UNIMINUTO crea la Facultad de Estudios Bíblicos, Pastorales y de Espiritualidad

A partir del 1 de agosto de 2019, La Sede Principal de UNIMINUTO cuenta con la presencia y los aportes de una nueva unidad académica: La FACULTAD DE ESTUDIOS BÍBLICOS, PASTORALES Y DE ESPIRITUALIDAD, la cual organiza y coordina acciones y escenarios de reflexión, investigación y enseñanza, en torno a las sagradas escrituras, la acción pastoral y el fortalecimiento espiritual del ser humano. Asimismo, busca agregar valor a la formación de toda la comunidad académica, fundamentado en el evangelio, el Pensamiento Social de la Iglesia, el Pensamiento del Padre Rafael García Herreros y la Espiritualidad Eudista, con el fin de transformar vidas y construir un país más justo y equitativo, como reza nuestra Misión Institucional.

La nueva facultad, que está bajo el liderazgo de una Decanatura, apoyada por una secretaría académica, está conformada por el Instituto Bíblico Pastoral Latinoamericano con el Programa de Ciencias Bíblicas, el Centro Rafael García Herreros – Pensamiento Social de la Iglesia, el Centro Fuego Nuevo y el Centro de Espiritualidad Eudista, desde donde se desarrollarán las funciones sustantivas de docencia, investigación y proyección social.

El Decano de la Facultad de Estudios Bíblicos, Pastorales y de Espiritualidad, es el Padre Fidel Oñoro, sacerdote, miembro de la Congregación de Jesús y María (Padres Eudistas). Es Magíster en Teología de la Pontificia Universidad Javeriana y Magíster en Ciencias Bíblicas del Pontificio Instituto Bíblico. Estudió Arqueología Bíblica en la Escuela Bíblica de Jerusalén y Crítica textual en la Universidad de Birmingham (Inglaterra). Entre las labores que ha desempeñado, destacan: Responsable del Tiempo de Espiritualidad Eudista y Escuela Francesa; Rector del Seminario Regional Nordeste I, en Fortaleza, Brasil; Vicerrector Académico de UNIMINUTO; Fundador y Decano del Instituto Bíblico Pastoral para América Latina de UNIMINUTO; Director del Centro Bíblico Pastoral para América Latina del CELAM; y Presidente de la Asociación de Escrituristas católicos de Colombia, entre otros.

UNIMINUTO, por intermedio de la Sede Principal, fortalece la comunidad académica y el desarrollo de la ciencia, a través de la conformación de estructuras que respondan a estos desafíos. De esta manera, la experiencia lograda en los últimos años, ha permitido que la Sede Principal tenga mecanismos organizacionales que fundamenten el desarrollo de las funciones sustantivas en cinco facultades conformadas. Sin embargo, atendiendo a la naturaleza de la Institución, se decidió estructurar una unidad que respondiera a la madurez académica de la Sede y a la Espiritualidad Eudista, fortaleciendo la formación académica de calidad, desarrollando la investigación y trascendiendo a la sociedad.

Tomado de: www.uniminuto.edu

Homenaje a Monseñor Emigdio Piñeros Cárdenas

“Amo mis catequistas, ellos son quienes le han dado sentido a mi vida sacerdotal”

Nació en Manta – Cundinamarca el 25 de abril de 1925. Hijo de Amelia Cárdenas y Zabulón Piñeros quienes lo educaron con gran fervor en su experiencia de fe. Monseñor Emigdio es el segundo de 10 hermanos (7 hombres y 3 mujeres) y recuerda con alegría la bonita amistad que existía entre todos. Emprendió su trabajo en la Iglesia con tan sólo 7 años a través de su servicio como monaguillo en la parroquia de su municipio, allí acudía con gran fervor todos los domingos a ayudar en todo lo que fuese necesario. Siempre manifestó el deseo de ser sacerdote, pero un hecho desafortunado le hizo pensar que no lo lograría: un día su madre lo envió a alimentar unos pollos y uno de estos animales se lanzó sobre él hiriéndole el ojo izquierdo, hecho que le provocó la pérdida de la visión. Tan sólo le quedaba la esperanza de que su ojo derecho le ayudaría a ver y pudiera convertirse en sacerdote. En 1940 sus padres se arriesgaron a presentarlo al Seminario Menor de Bogotá (Escuela Apostólica de San Benito) para que empezara sus estudios de bachillerato. Monseñor Piñeros contaba que su vocación sacerdotal había estado enmarcada por el catecismo, pues estando en quinto de primaria, el padre promotor vocacional de la Arquidiócesis de Bogotá había visitado la escuela y realizado un concurso sobre el catecismo Ateste, el cual él había ganado.

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Entre 1946 y 1952 hizo sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor de Bogotá. Se ordenó como sacerdote en el mes de noviembre de este último año. Fue vicario cooperador de su parroquia los primeros meses de 1953 y luego pasó a ser vicario parroquial a la Catedral Diocesana de Zipaquirá. En este momento de la historia se fundaba lo que hoy conocemos como la Diócesis de Zipaquirá. “Mi diócesis y yo nacimos al mismo tiempo y desde entonces hemos crecido y envejecido juntos”.

Entre 1954 y 1956 fue párroco en los municipios de Tausa y Carupa de la región de Ubaté. Las experiencias con estas dos comunidades lo llevaron a descubrir que su vocación era la de ayudar a las personas a vivir dignamente, pero no se sentía preparado para asumir el reto, pues consideraba que el trabajo social era una gran responsabilidad con su Iglesia y con el mundo. Por tal motivo consiguió los recursos económicos y realizó sus estudios en Ciencias Sociales y Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Javeriana de Bogotá. Sin embargo, aún seguía considerando escaso lo visto hasta entonces por ello decidió asumir un reto mayor: viajó a Europa y se especializó en Ciencias Sociales a través del Instituto Social León XIII de Madrid y luego se especializó en Sicología Social en la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica.

Regresó a Colombia en 1960 con el ánimo de compartir todos sus conocimientos con las comunidades, pero tuvo que asumir cargos de oficina y nunca más volvió a ser párroco. El padre Piñeros, como es conocido en Zipaquirá, sintió que había perdido su tiempo de estudio. Sin embargo, no fue así, al contrario, descubrió que desde sus cargos generales tenía la oportunidad de trabajar no solo con una comunidad sino con todas las parroquias. Se desempeñó como delegado de La Acción Católica Diocesana (1960-1965), Director de Cáritas Diocesana (1967-2004), Acción Social (1960-1970), Acción Cultural Popular (1960-1972), Notario Eclesiástico (desde 1960) y Vicario General de 4 obispos entre los años 1960 y 1985. Como si fuera poco también asumió la docencia en filosofía, doctrina social y catequesis en los Seminarios Mayores de Bogotá y Zipaquirá, también fue director de las Escuelas Radiofónicas y la Pastoral Social de los municipios pertenecientes a la Diócesis de Zipaquirá. Muchas personas se beneficiaron con ropa, alimentación, estudio y vivienda que, desde éstas entidades, monseñor Piñeros pudo ofrecerles.

Con tantas tareas fue limitado el tiempo que compartió con su familia, sin embargo, siempre se encargó del estudio de sus hermanos menores y estuvo pendiente de sus padres hasta que fallecieron. Sus pocos espacios de descanso los dedicaba a leer, siempre fue su mayor pasión. También contaba con emoción que siempre le había gustado el fútbol y que ese era el deporte que más practicó como seminarista, aunque reconocía que no era el mejor.

Su mayor orgullo, contaba fue cuando en 1970 fue designado como delegado de la Pastoral de Catequesis y emprendió un recorrido por toda la Diócesis formando a la gente más sencilla, en su mayoría campesina. Son muchas las personas que aprendieron de este gran maestro, no solo por sus enseñanzas sino por su entrega generosa, siempre fue solidario con los más pobres y donó cientos de textos de formación para que la gente aprendiera a leer y escribir. Luego de arduos años de lucha, con algunos ahorros personales y ayudas que le suministraron varias fundaciones de Alemania logró construir una casa de formación en Zipaquirá para catequistas denominada Instituto Catequístico. Hasta entonces ésta ha sido la sede de encuentros, celebraciones y congresos donde los catequistas han gozado de estudios catequísticos, de espacios de entretenimiento y formación humana y cristiana. En 2009 hizo su retiro oficial de las actividades pastorales de la Iglesia, y en ese mismo año sufrió un infarto que lo dejó varios días en estado de coma.

Debido a su cargo como Vicario General y por sus obras en beneficio de la sociedad, tiene el título honorífico de Monseñor concedido por el ahora santo Juan Pablo II. Además, el 3 de agosto de 2012, fiesta de los Mártires Zipaquireños le fue otorgado el premio “Orden de la Sal” en reconocimiento por su labor social. En este mismo año las autoridades eclesiásticas le hicieron varios homenajes en agradecimiento por cumplir 60 años de servicio a la Iglesia.  Él consideraba que no son los títulos, sino el cariño de la gente lo que en verdad lo hacía sentir plenamente feliz.

María Oliva Gutiérrez

Directora Académica – Instituto Catequístico de Zipaquirá – Colombia

 

Primer encuentro Diocesano de Proclamadores

Taller: Pentecostés del Servidor

El Centro Fuego Nuevo realizó el siguiente taller de Pentecostés los miércoles, del 8 al 29 de mayo, desde una metodología innovadora y constructiva con los Agentes de pastoral, Servidores de la Escuela de Evangelización del Minuto de Dios – Sede Norte.

Desde un lenguaje bíblico narrativo se quiso compartir con los participantes los aprendizajes y las reflexiones que se podían extraer de la forma como se expresó y se evidenció la presencia del Espíritu Santo en la vida diaria de María, Jesús, los Discípulos y la Comunidad.

Se quiso llevar a los participantes a una vivencia y preparación para vivir la Fiesta de Pentecostés de una forma más cotidiana y para que aportaran a sus familias y a sus parroquias para que la vivencia de la Vigilia de Pentecostés fuera más impactante, confrontante y transformadora en todos los ámbitos de la vida humana.

Se desarrolló durante 4 sesiones de 3 horas y finalizó con un ágape que permitió conocer los impactos de lo aprendido y descubierto y, de manera muy experiencial, se hizo un compartir fraterno que estrechó los lazos de unidad y de testimonio.

Desde la comprensión que tiene el Centro Fuego Nuevo de valorar la inversión en tiempo y en servicio que expresan los evangelizadores a la Iglesia Católica, se certificó el taller enviando a los participantes para que, desde los criterios y líneas de la Nueva Evangelización, aportaran, desde una experiencia personal del Espíritu Santo, a dar respuesta a la tarea que tiene la Iglesia de anunciar la Buena Noticia ante los retos y desafíos que los cambios del mundo contemporáneo le presentan.

 

Redacción por: Juan Bedoya

Profesional Investigador del Centro Fuego Nuevo

Vigilia de Pentecostés 2019

“Espíritu Santo, Fuego Nuevo y Vida” 

El Centro Fuego Nuevo bajo la dirección del Padre Gonzalo Gómez, Eudista y la Parroquia Santa Ángela de Merici del Cortijo, Bogotá – Colombia, con su párroco el Padre Ricardo Ruiz, Diocesano, se unieron para preparar y desarrollar una celebración de la Fiesta de Pentecostés de la Iglesia Católica, desde los criterios de la Nueva Evangelización con los Agentes evangelizadores y toda la Comunidad parroquial.

La Vigilia se realizó el sábado 8 de junio de 2019 y tuvo su inicio a las 5:00 p.m. y finalizó con la celebración Eucarística de la liturgia de Pentecostés que suscitó una jornada de alabanza y unidad con más de 500 asistentes y participantes a quienes se invitó como interlocutores constructores de la actividad.

La metodología propuesta por el Centro Fuego Nuevo quiso potenciar y empoderar a los laicos, Agentes evangelizadores de la parroquia y se les invitó para que desarrollaran una catequesis sobre el Espíritu Santo a través de los Rostros de Pentecostés: Pentecostés de María (Lucas 1, 26ss); Pentecostés de Jesús (Mateo 3,13-17); Pentecostés de los Discípulos (Juan 20, 21ss) y, Pentecostés de la Comunidad (Hechos 2,1-16).

Cada Rostro fue abordado desde la lectura de los textos bíblicos y una explicación que sirviera para que los participantes llevaran a la cotidianidad la fuerza de Pentecostés y se lograra aportar a la transformación de la sociedad desde los dones y frutos que el Espíritu Santo otorga.

Se distribuyó a todos los asistentes en cuatro grupos para que conocieran las características de cada Rostro de Pentecostés, hicieran una construcción colectiva de los aprendizajes de la reflexión, identificaran una frase que resumiera la idea principal y se condensaran las ideas más sobresalientes que los participantes de cada grupo pudieran aportar.

Posteriormente, se unificó a toda la Comunidad parroquial y se expusieron las ideas principales de cada Rostro de Pentecostés que fue cerrado y concluido con las enseñanzas principales de dos expertos, el Padre Ricardo Ruíz, Párroco y el Padre Hermes Flórez y, con la representación artística de los niños y jóvenes de la parroquia que están siendo formados en las catequesis de primera comunidad y confirmación. Jóvenes que además se habían encargado de realizar la ambientación y decoración del lugar para la celebración.

Las frases que condesaron los participantes y que sirvió para precisar la enseñanza, fueron: “El sí de María que nos lleva al AMOR de Jesús”; “Mediante el bautismo de Jesús reafirmamos que somos hijos amados llenos de su Espíritu Santo”; “No tengas miedo os doy la paz” y, por último, “La unión en el servicio es el rostro del Espíritu de Dios”.

El arte también se expresó desde toda la unción del Espíritu Santo y como herramienta y vehículo en la aplicación de las nuevas simbologías y lenguajes para anunciar el Evangelio en línea de Nueva Evangelización. La animación musical fue realizada por los jóvenes de la parroquia que se unieron desde finales del 2018 y que han venido creciendo en la formación litúrgica y la animación de la comunidad parroquial. La Danza Carismática, oración por medio del cuerpo, se realizó con los servidores de la Renovación Católica Carismática y, el teatro, se concretó a través de pequeños sketches que recrearon pasajes bíblicos realizados por los niños y jóvenes de la comunidad.

El Centro Fuego Nuevo quiso recoger algunos testimonios que pudieran expresar los participantes y esto fue lo que dijeron:

El servidor en el Ministerio de música, Nelson Guacaneme, afirma: “Es el resultado del trabajo en equipo de la Comunidad Parroquial, gracias a la unión, a la colaboración y a la oración previa y durante la Vigilia vinos la vivencia del Espíritu Santo en la comunidad. Asistió mucha gente y vivimos con alegría la unción del Espíritu Santo. Fue un momento muy feliz lleno de mucha gracia y mucha bendición para la comunidad. Ese tipo de celebraciones nos anima a seguir trabajando cada vez más fuerte por la evangelización empezando por la parroquia en cada uno de los ministerios y así mismo nos une como comunidad, como servidores, como católicos y como familia parroquial nos une cada más alrededor del Espíritu Santo”.

Angélica Rodríguez, perteneciente al grupo juvenil de la parroquia, dice: “Esta Vigilia me pareció una experiencia muy bonita ya que fue un encuentro en la que pude sentir con más fuerza la acción del Espíritu Santo; pudimos recibir con mayor fuerza cada uno de los dones y frutos que el Espíritu nos da. También para agradecer por las cosas más mínimas que tenemos en nuestra vida hasta las cosas más grandes. También para pedir fortaleza y seguir adelante en medio de la oración y la alabanza que le damos a nuestro Señor. La verdad es que momentos como estos es que necesitamos en nuestra vida para conectarnos con el Señor y ser conscientes de que él ha estado con nosotros para cada momento en el que lo necesitemos. Son momentos íntimos en los cuales podemos comunicar con él y así tener una mejor experiencia desde lo más bonito de nuestras vidas”.

La servidora de la parroquia, Carolina Rincón, testimonia: “Con anterioridad tuvimos una preparación para esta Vigilia nos hablaron de los regalos que el Espíritu Santo da a su Iglesia. El día sábado, antes de la celebración eucarística, los catequistas trabajaron con la comunidad sobre los Rostros de Pentecostés en la Iglesia: de María, del Discípulos, de Jesús y de la Comunidad. Todos ellos dándonos a conocer cómo el Espíritu Santo se manifiesta y culminamos con una gran celebración eucarística hermosa, con alegría, con gozo y en unidad. Lo más importante fue vivir en familia con nuestra comunidad esta celebración”.

María Angélica Isaza, servidora de la parroquia afirma: “En nuestra parroquia tuvimos la participación de los seminaristas Eudistas del Minuto de Dios y del Centro Fuego Nuevo. Vivimos una Vigilia espectacular con muchísima unción y pudimos alabar al Señor a través de la oración, a través del encuentro con la comunidad, a través de la música, de la danza; los servidores estuvimos muy atentos, colaboramos y se sintió una fraternidad muy grande; pienso que el Espíritu Santo suscitó unas enseñanzas maravillosas que llevamos a varias familias. Tuvimos la fortuna de que la comunidad participara grandemente, contamos con muchísimas, muchísimas personas que vivieron esa Vigilia de Pentecostés y que sabemos que van a llevar ese Espíritu Santo, ese gozo, esa alegría a cada una de sus familias y de sus vidas. Seguimos orando para que el Espíritu Santo siga haciendo obras maravillosas en cada una de las personas que integramos la Parroquia Santa Ángela de Merici”.

Con el testimonio de esta experiencia de Pentecostés con una Comunidad parroquial concreta se evidencia cómo el Centro Fuego Nuevo ofrece y aviva los frutos de “una evangelización nueva en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones” como lo dijo San Juan Pablo II, en Haití, en 1983.

Y con esta actividad el Centro Fuego Nuevo quiere evidenciar elementos en línea de Nueva Evangelización como: una Iglesia en salida; la construcción participativa de una comunidad avivada por la fuerza de la Palabra de Dios; el empoderamiento de los laicos comprometidos como Agentes evangelizadores; el ardor evangelizador de una comunidad avivada por la alabanza y la adoración en el encuentro personal con Jesucristo y, la utilización de nuevas metodologías y simbologías para comprender el Evangelio y traducirlo en acciones de construcción de una nueva sociedad.

 

Redacción por: Juan Bedoya

Profesional Investigador del Centro Fuego Nuevo

Oración Eremita en el siglo XXI

Si bien la vida eremítica ha sido abandonada gradualmente en la Iglesia Católica, aún existen religiosos que aseguran que esta vocación puede ser vivida en pleno siglo XXI, caracterizado por el avance de la tecnología en las comunicaciones.

Es el caso del Hermano Rex, un eremita de la Hermandad Little Portion de la Diócesis de Portland, ubicada en el estado de Maine (Estados Unidos), quien reconoce que esta es una vocación reconocida en la Iglesia y es mucho más que prácticas y aislamiento ascéticos.

“La gracia me atrajo a esta forma particular de discipulado. El ejemplo de los Padres y Madres del Desierto me atrajo a esta vida. También el ejemplo de muchos de los grandes santos a lo largo de la historia, como Francisco de Asís, un santo conocido que vivió como eremita por un tiempo antes de ser llamado a fundar una fraternidad religiosa de Hermanos”, contó el Hermano Rex en una entrevista concedida a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI.

La palabra “eremita” proviene del griego “eremos”, que significa desierto o lugar aislado. La vocación de un eremita se hizo más popular entre los primeros cristianos, quienes, inspirados por santos como Elías y Juan el Bautista, deseaban vivir una vida apartada y, por lo tanto, se retiraron al desierto para vivir en oración y penitencia.

La definición de eremita se encuentra en el canon 603 del Código de Derecho Canónico, la norma que rige a la Iglesia Católica.

“§1. Además de los institutos de vida consagrada, la Iglesia reconoce la vida eremítica o anacorética, en la cual los fieles, con un apartamiento más estricto del mundo, el silencio de la soledad, la oración asidua y la penitencia, dedican su vida a la alabanza de Dios y salvación del mundo”, establece.

Un día en la vida de un eremita o ermitaño

El Hermano Rex asegura que uno de los aspectos más alegres de su vida es la oportunidad que el Señor le da “de pasar largas temporadas en el silencio de la soledad” para “estar en la presencia de Dios y del prójimo a través de la oración”.

“Un aspecto alegre de mi vocación es que tengo la bendición de ser parte de las vidas de otras personas, ya que me invitan a unirme a ellas a lo largo de su vida a través del ministerio de la oración intercesora”, relató.

El Hermano Rex cuenta que su día comienza alrededor de las 4:00 a.m., luego a las 5 dedica una hora a la Adoración al Santísimo Sacramento y luego asiste a Misa en una parroquia local a las 7:00 a.m.

Después de regresar de la Misa, desayuna y dedica el resto de la mañana a la Lectio Divina, y muy de vez en cuando atiende a alguna persona que concertó una cita para dirección espiritual.

“Después de la oración del mediodía y el almuerzo, la tarde (aproximadamente de 1:00 a 5:00 p.m.) es un período de trabajo durante el cual respondo al correo electrónico y recibo las solicitudes de oración”, explica el Hermano.

Más tarde, a las 5:00 p.m. reza las Vísperas; cena a las 5:30 p.m.; y su oración por la noche es a las 7:00 p.m. Finalmente, apaga las luces a las 8:00 p.m.

“Este horario es lo suficientemente rígido como para proporcionar estabilidad a mi vocación en el silencio de la soledad, pero lo suficientemente flexible como para hacer recados, citas con el médico, realizar tareas en la ermita, etc.”, aclara el Hermano Rex.

Sobre la vida de otros eremitas que conoce, afirma que rara vez se aventuran fuera de su ermita.

“Algunos ermitaños se aventuran un par de días a la semana a algún tipo de trabajo para proporcionar apoyo financiero. La cantidad de tiempo que un eremita pasa fuera o encuentra a otras personas está determinado en gran medida por la interpretación del Canon 603 en diálogo con su ordinario (obispo) o su representante, y la regla o plan de vida del eremita”, describe.

Al final de la entrevista, el Hermano Rex afirmó que “la vida eremítica es un llamado de Dios e incluye el amor a los demás”, y que se aleja de lo que algunos pueden considerar “misantropía”, a la que definió como una “respuesta psicológicamente desadaptada al mundo.”

Lo que rezo por otros católicos, cristianos no católicos y la sociedad en general es que ellos, como yo, venimos a experimentar la libertad, la felicidad y el gozo que provienen de someter la propia voluntad y vida al amoroso señorío de Jesucristo en cualquier estado de la vida se encuentran a sí mismos”, concluyó.

Autor: Redacción ACI Prensa

Fecha: 24 de abril de 2019

En: Aciprensa